Responsabilidad Social (edición digital)
Responsabilidad Social
Autor: Juan Alfonso Bravo Carrasco
2007
386 páginas
La Responsabilidad Social no puede esperar más. Un antiguo principio sistémico dice que en un sistema sin dirección los elementos inestables toman el control (Ross Ashby), así ocurre en Latinoamérica con los grandes sistemas sociales, están “sueltos”. Me refiero a mala calidad de la educación, delincuencia, accidentes de tránsito, curación ineficiente de la enfermedad, mala calidad de vida laboral, desempleo, pobreza, hoyos en la calle y muchos otros, de lleno en la Irresponsabilidad Social (IRS).
Es cierto que algo hacen las autoridades (públicas y privadas) aunque principalmente en la forma de “así se ha hecho siempre”, dando respuestas vagas e inconexas, pobres en variedad que más bien perpetúan el problema (incluso consideran un logro mantener algo). Por supuesto, hay honrosas excepciones, algunas de ellas reconocidas en este texto.
El problema es que se aprecia un fuerte hastío en la ciudadanía que está tomando estos temas en sus propias manos y aunque inicialmente se trate de personas socialmente responsables y con demandas justas, ya hemos visto que el riesgo es alto de que a corto plazo se vean sobrepasados por la violencia, el extremismo y la maximización de intereses particulares (a río revuelto ganancia de pescadores). En este caso las “soluciones” pueden llegar a ser peores que el problema porque se alejan del justo medio que recomendaba Confucio a los gobernantes juiciosos.
Una vez que se entra en esta espiral también sabemos que es difícil salir.
El antídoto al principio de Ashby es una guía clara y señales precisas. En otras palabras, diseñar integralmente el sistema que se desea abordar, en forma participativa, con altura de miras, realmente orientado al bien común, con grandes desafíos que disminuyan los males sociales en un 80% y más, planteando soluciones que aborden integralmente las tres claves del cambio perdurable: prevención, corrección y gestión.
De esta forma, cualquier inversión se recupera con creces en el corto plazo, veremos que la rentabilidad económica para el gobierno puede ser de cien veces lo invertido, por si no bastara la simple humanidad y su deber de orientarse al Bien Común —recuérdese que la organización del Estado y su Gobierno están al servicio de las personas—. Esto es importante, la cuantificación es una forma de sensibilizar a autoridades que dicen que la vida humana tiene un valor incalculable o que la calidad de vida es lo más fundamental y luego no hacen nada (o muy poco). Hemos visto que cuando el Valor Actual Neto (VAN) de un proyecto de esta naturaleza es alto, “tocamos el corazón” y al menos llamamos su atención.
Se puede lograr, tenemos ejemplos de buenos diseños que han disminuido grandes males sociales en un 80% y más con una guía clara y señales precisas. Es el caso, en Chile, de la disminución de la tasa de accidentabilidad de los trabajadores desde el 35% de los años 60 al actual 7% (y prácticamente sin costo para el Estado). Tal vez haya pasado desapercibido por lo bien que funciona el Sistema de Seguridad Laboral en nuestro país, donde se han llevado a la práctica algunas claves del cambio: prevención, buena corrección y gestión. En este caso la corrección toma forma de curación y rehabilitación de salud, laboral y re-educación.
Tomando como ejemplo el Sistema de Seguridad Laboral, más otras experiencias de clase mundial y los aprendizajes sistémicos para el gran cambio social, delinearemos un modelo que ayudará a plantear las soluciones necesarias para erradicar las diferentes formas de Irresponsabilidad Social (IRS) en Latinoamérica.
También veremos lineamientos para crear y fortalecer la Responsabilidad Social (RS). Esto es, en la zona de incrementar lo positivo: emprendimiento, investigación, educación especial para personas destacadas, mayor inserción internacional, formación en buena comunicación, etc…
Los números son impresionantes, por ejemplo, en Chile podemos agregar valor por más de US $ 100.000 millones de dólares al año con la RS —esto equivale a los excedentes de 20 Codelcos con China elevando los precios del cobre por la nubes—. Estas cifras surgen de dejar de perder evitando la IRS y de ganar fomentando la RS.
Por eso es que la RS es la nueva causa de la riqueza de las Naciones. En el ejemplo, Chile puede tener un PIB parecido al de Suecia entre cinco a diez años más. Los recursos ya los tenemos, los obstáculos están sólo en nuestra mente. Gracias a la RS y sin renunciar a los beneficios de la economía de mercado, tendremos una economía de la solidaridad.
Es un mensaje positivo, Chile y Latinoamérica igual han ido creciendo lentamente, con tasas promedio inferiores al 5% que mucho han ayudado en la superación de la pobreza. Sin embargo, podemos crecer al 20% sin mayores problemas, la RS es una veta prácticamente inexplotada, con mucha riqueza y renovable.
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